Economía

2017: el objetivo es mejorar la competitividad

El impacto de las modificaciones macroeconómicas del año pasado irá disminuyendo y habrá que mejorar la competitividad para conseguir mejores márgenes y aumentar las ventas externas.

El Economista
2 de Enero de 2017

 Después de un año colmado de novedades gracias a la eliminación de las retenciones para todos los cultivos y derivados menos la soja - que recibe una rebaja gradual - y la quita de las trabas para exportar, en conjunto con la devaluación de la moneda, la actividad agrícola inicia un 2017 con menos expectativas en materia de mercados, aunque sin dejar de lado el optimismo. Así lo consideró un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario elaborado por Emilce Terré, quien aseguró que de aquí en adelante "la euforia que despertó el cambio en las reglas de juego y redundó en una explosión de la producción y exportación de granos irá perdiendo efecto". En otras palabras, en un contexto internacional complejo dada la alta oferta, el sector tendrá que poner el foco en la competitividad y apostar al agregado de valor.

"Los factores de la realidad comenzarán a imponerse", explicó Terré, y recordó que la normalización de las condiciones permitió "achicar la brecha" entre los precios para las ventas externas (FOB) y el FAS, que es el que la industria le paga al vendedor del grano en el mercado interno. Con una mejora en el ingreso bruto, en 2016 el productor incrementó la asignación de recursos y expandió el área de siembra de trigo, maíz y girasol, en tanto que aumentó la inversión en tecnología, dado que creció 50% el uso de fertilizantes y se amplió la venta de maquinaria agrícola.

Para la entidad rosarina, la campaña actual es "muy atípica", ya que "de la sequía generalizada en gran parte de la zona núcleo, estos últimos días hemos sido testigos de lluvias por encima de lo normal que dejaron muchos lotes inundados y encharcados". Si bien hubo regiones que se vieron afectadas por excesos hídricos, en el sur de la provincia de Santa Fe, sudeste de Córdoba y norte de Buenos Aires el agua resultó una bendición, dado que aporta a mejores rendimientos en una cosecha que comenzará a levantarse en pocos meses. "Así las cosas, en términos generales aún resulta factible pensar en un salto productivo en el 2017, habida cuenta de la mayor área sembrada, especialmente con girasol, maíz y trigo", expresó el estudio.

En cuanto a los negocios, es claro que la exportación continuará desempeñándose como el sostén de las cotizaciones, sobre todo en un escenario de producciones récord. El consumo nacional, por su parte, seguirá estable, aunque los especialistas advierten que de continuar la retención de vientres en la ganadería podría destinarse mayor cantidad de maíz al forraje.

Si se analiza cultivo por cultivo, lo cierto es que los cereales tendrán comportamientos dispares.

En el caso del trigo, se registra un excelente nivel de comercialización: sólo entre noviembre y febrero podría despachar casi tres millones de toneladas en el Up River, lo que representa casi el total del stock exportable del ciclo, que se estima en cuatro millones de toneladas. "Esto último ha sido el principal sostén de los precios en la plaza rosarina durante las últimas semanas. A futuro, sin embargo, con un mercado mundial mayormente bien abastecido, una campaña australiana llamada a ser récord histórico en producción y un dólar a priori fortalecido en el mundo, las alertas bajistas abundan", aclaró la BCR.

En maíz la mirada es más optimista, ya que Argentina se posiciona como el tercer exportador mundial nuevamente. "El país estaría en condiciones de conseguir un output récord de alrededor de 36 a 37 millones de toneladas.

Ello permitirá conseguir un balance de oferta y demanda más holgado que en el ciclo actual, dando lugar a un potencial exportador de unos 23 millones de toneladas que, de conseguirse, también sería un récord histórico", agregó el informe.

La soja, por último, seguirá con una abundante demanda por parte del sector aceitero y de los biocombustibles durante el primer trimestre del año. En el plano de las harinas, se espera que los precios repunten a partir de un mayor consumo para el forraje, aunque todavía hay incertidumbre en ese sentido. Con China como el comprador más fuerte hasta el momento, habrá que seguir de cerca los "pronósticos de un soft landing en la economía asiática", según los expertos, para estudiar la evolución de los valores en Chicago.

En Rosario, en tanto, la producción local de 53 millones de toneladas, más baja que la precedente, se hará sentir, por lo que se prevén buenos precios.

Contexto internacional El informe de Terré destacó las proyecciones de siembra para los Estados Unidos, que indican una baja del 5% en la superficie de maíz y una suba de igual porcentaje para la soja. El dato no es menor si se toma en cuenta que, de concretarse, este factor podría ejercer presión en los futuros del poroto, principalmente con un dólar fortalecido y tasas altas una vez que asuma Donald Trump.

Además, cobrará importancia el precio del petróleo, ya que también influirá sobre el maíz.

"Si la producción mundial se ameseta y la tendencia alcista se mantiene, ello impulsaría la producción de etanol y, como consecuencia, actuaría como un sostén adicional para las cotizaciones del cereal", vaticinó.

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