Sanidad de cultivos

Enfermedades en semillas: silenciosas hasta que hacen "ruido"

Un informe de referentes del INTA Pergamino advierte sobre la importancia de los tratamientos antes de sembrar trigo y cebada.

INTA
12 de Junio de 2017

La semilla es la base del cultivo y un importante factor de la productividad. Un cultivo debe iniciarse con una semilla de buena calidad. 

"El análisis sanitario de la semilla, los tratamientos de semilla y el uso de semilla sana implican una mejor implantación del cultivo, al disminuir el inóculo inicial de enfermedades necrotróficas ya que algunas son silenciosas y no afectan el poder germinativo pero sí, son fuente de inóculo para el cultivo o introducen nuevas enfermedades en lotes libres de las mismas", advierten los técnicos del INTA Pergamino Lucrecia Couretot, Liliana Parisi, Mariana Fernández, Gerardo Magnone, Hernán Russian y Anabella Samoiloff. 

En un informe oportuno antes de la siembra de cultvos de invierno, los referentes técnicos destacan que "el tratamiento de semilla sumado al control de enfermedades vía foliar, es una alternativa para mantener un cultivo sano y disminuir pérdidas de rendimiento generadas por las mismas y así también obtener mayor peso y calidad de los granos cosechados".

"El manejo integrado de las enfermedades foliares que se transmiten por semilla incluye estrategias tales como: resistencia del hospedante, calidad y tratamiento de la semilla con terápicos eficientes, aplicación de fungicidas foliares y rotación de cultivos".

Destacan los fitopatólogos que "la sanidad del cultivo de trigo y cebada es determinante del rendimiento y sobre todo afecta la estabilidad del mismo. El uso de fungicidas, por su parte, ha demostrado ser una herramienta eficaz para controlar las enfermedades foliares. Sin embargo, un manejo integrado de enfermedades teniendo como pilares el tratamiento de semillas contribuiría a reducir el inóculo inicial y proteger la semilla de patógenos habitantes del suelo. 

Las semillas son un buen medio de sobrevivencia de patógenos y pueden llegar a ser un vehículo de inóculo inicial para el nuevo cultivo. El tratamiento de semillas con fungicidas actúa sobre el agente inoculante presente sobre o dentro de la semilla impidiendo que se constituya en una fuente inicial o primaria de contaminación y también protege a la semilla de patógenos habitantes del suelo que atacan las raíces. Es una práctica de gran impacto en el desarrollo de epidemias ya que su objetivo es evitar la transmisión de patógenos semillaplántula y mantener un cultivo con una intensidad de enfermedad por debajo del umbral de daño económico (González, 2011). 

Los objetivos del tratamiento de semillas son: 

• erradicar inóculo presente en la semilla, sobre o dentro 

• proteger a las semillas y plántulas de hongos que habitan suelo 

• disminuir infecciones de enfermedades foliares en las primeras etapas de desarrollo del cultivo 

• lograr una emergencia más uniforme y una mejor implantación del cultivo 


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