Manejo de girasol

De segunda y en el sudeste

Los cambios operados en la tributación de derechos de exportación ofrecen la oportunidad de salir de la sucesión de sojas en esta parte de la provincia de Buenos Aires. Y el capítulo es uno de los candidatos a subirse a la rotación tras el trigo.

Claudio Gianni
24 de Octubre de 2017

Esteban Bilbao lo explica muy claramente. "En el sudeste teníamos la necesidad de encontrar alternativas a la soja y el girasol de segunda es una opción interesante. Las experiencias del pasado no habían sido buenas, por eso la primera conclusión es que ésta es una construcción entre todos, no vamos a salir adelante con esfuerzos aislados", avisa este asesor de reconocida trayectoria en la zona.

La tarea no es fácil. El sudeste bonaerense tiene una temperatura media de 26ºC, con noches muy frescas que muchas veces limitan el desarrollo de cultivos de verano, más aún los de segunda. Las precipitaciones anuales van desde los 600 hasta los 900 mm; este año han sido muy abundantes pero aquí los productores vienen de campañas con lluvias limitadas, sobre todo en diciembre y enero, que es cuando más sufren los cultivos. Por otro lado, el período libre de heladas discurre entre el 3 de octubre y el 1º de mayo, pero éstas pueden anticiparse dañando los lotes (cortan el llenado, sobre todo en los de segunda).

La presencia de tosca y su profundidad es asimismo una limitante importante. En la zona la impedancia varía entre los 20 cm, en los peores ambientes, y los 2 m en la zona más productiva. En los ambientes someros predominan los esquemas trigo o cebada/soja de segunda-soja de primera. Lo cierto es que con presencia de soja todos los años se estaban empezando a afectar los rindes. Afortunadamente hace poco empezó a entrar en estos ambientes el maíz tardío con baja densidad y el maíz y el girasol de segunda.

Estrategias

El primer paso es pensar dónde podemos hacer un girasol de segunda. Hay que analizar la historia del lote; si hubo girasol en un tiempo no muy lejano crecen los riesgos de encontrarse con un enemigo temible: Sclerotinia, responsable de la podredumbre húmeda del capítulo. Es un problema que vale para los dos ambientes, profundo y somero, pero claramente ha habido más girasol en el primero que en el segundo.

El tema que sigue en la lista de prioridades es la fecha de siembra. Todos los estudios realizados en la zona ubican el momento más adecuado para entrar con el girasol de segunda entre el 25 de diciembre y el 14 de enero. "A diferencia de lo que comprobamos en otros casos -en soja sobre todo- en cuanto a la necesidad de plantear el cultivo lo antes posible, en girasol de segunda no baja el rendimiento por atrasar la fecha de siembra sino que en alguna medida crece", enfatiza Bilbao.

En cuanto a la genética se manejan los mismos híbridos que para las siembras de primera, en general materiales CP o CL. Necesitamos que el girasol florezca en la primera quincena de marzo; es un factor relevante, lo cual no quita que la tolerancia del material a Sclerotinia sea un elemento decisivo a la hora de elegir.

Finalmente se manejan densidades de siembra de entre 35.000 y 45.000 plantas, según el potencial del ambiente. Bilbao reconoce que han tenido coeficientes de logro del 95%, que no esperaban. En otras palabras, el girasol de segunda logra implantarse mucho mejor que la soja de segunda.

Manejo

La nutrición del cultivo es un punto que no debe descuidarse. La fertilización se hace sobre la base del análisis en el momento de la siembra del cultivo de primera, ponderado por el rinde que obtuvo. "Estamos haciendo fertilizaciones de base con 40 kg/ha de fosfato diamónico como arrancador (al aporte sustancial se hace en el cultivo de primera), y usamos un modelo de nitrógeno de 60-X; nos ha dado hasta 300-400 kilos de respuesta cuando el clima permite un final adecuado", puntualiza el profesional.

Las malezas son uno de los problemas más graves que enfrentan los agricultores argentinos, y esta zona no es la excepción. "Lo primero que pensamos es en el antecesor: no es lo mismo la cebada que el trigo, ya que tiene más nacimientos espontáneos en enero, con lo cual compite mucho más y no es raro que tengamos que sumar una aplicación extra de herbicidas. En general se hace un glifosato en presiembra y luego flurocloridona apuntando a nabo resistente a glifosato y ALS y los nabones resistentes a ALS presentes en la zona".

La historia no termina ahí. A esto se le suman las nuevas malezas problema que están apareciendo en la zona, que obligarán a agregar otros herbicidas en presiembra/premergencia. En cuanto a los herbicidas de postsiembra, en general son CL o CP, y muchas veces se hace necesario entrar con un graminicida de acuerdo a como vengan los nacimientos. "Este año ya registramos el 20% de los lotes con presencia de nabolza -el nabo resistente a glifosato- y el 30% con Amaranthus hybridus; es un problema que viene creciendo. Vamos a tener que empezar a pensar en sulfentrazone en presiembra, en metolachlor y en otras alternativas. Y también en la distancia entre hileras, ya que en esta zona cerrar el surco con un cultivo de segunda es tarea compleja".

Bilbao asegura que con el girasol de segunda se podría llegar hasta los 2.000 kg en ensayos y entre 700 y 1.800 a campo. "Ciertamente es muy variable, pero nos suma a la hora de diversificar".

(Más información en revista Chacra de Octubre 17)

Etiquetas:
Suscríbase para recibir notificaciones importantes
CHACRA desea enviar noticias de primerísima mano.
Para aceptar basta con hacer click en el botón "Permitir"