MANEJO DE GANADO

Inundación: puntos claves para reducir las pérdidas

En el marco de las precipitaciones registradas en el Chaco, técnicos del INTA brindan recomendaciones para amortiguar las pérdidas en el manejo del ganado.

26 de Abril de 2019

Las lluvias registradas hasta el momento en el Chaco, representan el triple del promedio anual (944,3 milímetros), según un informe de la Estación Agrometeorológica "Delfino Juan Palaoro" del INTA Las Breñas, en la provincia del NEA. 

Durante el último semestre, se registraron 1623,7 milímetros de agua acumulada. Esto, explica la entidad, generó anegamientos e inundaciones, que pusieron en riesgo las principales actividades de la zona.

En este contexto, especialistas de la institución, brindan una serie de recomendaciones para reducir la pérdidas, principalmente en lo que refiere al manejo de ganado. Federico Miranda, técnico del INTA Formosa, reconoció que las inundaciones impactan en forma directa al ganado y a largo plazo comprometen la productividad de los pastizales, cultivos y pasturas permitiendo el desarrollo de especies indeseables como las leñosas y malezas tóxicas.

Miranda sostiene que un manejo cuidadoso y planificado puede ayudar a minimizar el impacto negativo en los animales para una rápida y efectiva recuperación del estado corporal. Aún así, indicó que el daño varía en función a muchos factores entre los cuales el especialista destacó el tiempo que persiste el evento, el tipo de suelo que afecta, sales, velocidad del flujo de agua, su temperatura y cantidad acumulada en el perfil.

Para el técnico, la falta de áreas de pastoreo y de forrajes constituyen la principal preocupación del productor. "Debemos tener en cuenta que al ganado en general consume entre el 2,5 al 3% de su peso vivo, preferentemente heno en situaciones donde no se dispone de pasturas", detalló y agregó: "el alimento que le suministremos no debería de contener menos de 8% de proteína y 50% del total de Nutrientes Digestibles (TND)".

Si el alimento disponible es de calidad inferior, entonces se deberá agregar algún concentrado proteico que le permita proveer al rumen con nitrógeno suficiente para fomentar el consumo del heno de mala calidad. Aunque parezca una contradicción, afirma, los concentrados energéticos y de baja fibra deben ser evitados como única fuente de alimento, ya que pueden ocasionar trastornos digestivos y deteriorar la salud del animal.

Lee también: Hasta las últimas lluvias se había levantado el 30% del algodón y un 2% de la soja en el Chaco

En cualquier escenario, siempre se deben eludir los cambios abruptos en la dieta, agrupar a los animales en áreas donde hay una alta presencia de malezas tóxicas y alimentar con granos y henos contaminados con sustancias químicas.

El manejo de la carga animal en aquellos potreros que fueron afectados, es un factor crítico en la recuperación, por ello es fundamental implementar un sistema de pastoreo que regule la frecuencia e intensidad de la utilización del pasto, considerando el estado general del potrero y las demandas nutricionales de las categorías.

Qué hacer cuando el agua retrocede

A medida que las aguas se retiren, surgirán otros problemas vinculados a la salud animal y la recuperación de las zonas de pastoreo. La producción de pastos -pastizales y pasturas-, después de un periodo de inundación, se ve afectada negativamente entre un 25 y un 30 %.

Lee también: Cambio climático: un desafío para la agricultura argentina 

Por ello, el técnico recomendó realizar una adecuada evaluación de la superficie afectada y del estado y cobertura de las plantas remanentes. Además, se deberá determinar la supervivencia y condición de las plantas afectadas, y analizar los riesgos de degradación de las pasturas y pastizales. También es importante fertilizar, en especial para reincorporar algunos nutrientes que son fácilmente lavados por el agua, como el Nitrógeno y el azufre.

Por último, se deberá implementar un sistema de pastoreo en aquellos potreros que se encuentren aptos para su utilización inmediata, como así también planificar la resiembra de los más afectados, la cobertura en caso de pasturas no debe ser inferior al 60%.

Después de una inundación existe el riesgo de la aparición de enfermedades infecciosas en el rodeo, aunque no es necesario alarmarse, si es muy importante controlar cualquier brote que pueda surgir, para ello se deben tomar precauciones.

Etiquetas:
  • powered by
Suscríbase para recibir notificaciones importantes
CHACRA desea enviar noticias de primerísima mano.
Para aceptar basta con hacer click en el botón "Permitir"