El USDA comprará los excedentes de carne y lácteos

El coronavirus golpea a la agricultura y la industria alimenticia, miles de litros de leche han sido descartados, millones de pollos sacrificados y lechones sacrificados y verduras aradas.

A pesar que cada vez son más los consumidores que acumulan alimentos durante la cuarentena en Estados Unidos, no ha sido suficiente para compensar la pérdida del consumo en los servicios de alimentos y el cierre de las plantas de procesamiento a medida que el virus se propaga entre los trabajadores.

Al intensificar los esfuerzos de compra, el USDA ayudará a aliviar el excedente y proporcionará alimentos a las comunidades más necesitadas.

Este esfuerzo se produce luego de semanas de informes que critican al gobierno por la comida que se desperdiciará en el país. El mes pasado, el portal Politico.com informó que a medida que los bancos de alimentos luchaban por satisfacer una creciente demanda, decenas de millones de kilogramos de productos cultivados en Estados Unidos se estaban pudriendo. Según los informes, el USDA tardó más de un mes en dar su primer gran paso para comprar el exceso de frutas y verduras. Mientras tanto, los criadores de cerdos han advertido de una crisis financiera inminente ya que no tienen dónde comercializar sus cerdos ya terminados.

En abril, el USDA anunció un paquete de ayuda de U$S 19 mil millones para la industria agrícola para ayudar a los productores de alimentos que han experimentado «pérdidas sin precedentes», con U$S 16 mil millones destinados a pagos directos a los agricultores y U$S 3 mil millones para comprar alimentos frescos para los bancos de alimentos del país.

El Servicio de Comercialización Agrícola del USDA dijo que compraría alrededor de U$S 100 millones por mes en frutas y verduras frescas, U$S 100 millones por mes en productos lácteos y U$S 100 millones por mes en productos cárnicos para elaborar una caja de productos previamente aprobada a los bancos de alimentos y otros organizaciones sin fines de lucro. Aunque la industria celebró el alivio, muchos lo criticaron por no ser suficiente.

Ahora, el USDA está dando otra ronda de financiación sobre los excedentes «durante estos tiempos sin precedentes». Una gran parte de este último financiamiento se destinará a la industria láctea, que se ha visto muy afectada por la pandemia. Alrededor de U$S 120 millones se destinarán a productos lácteos, se comprarán papas y productos de pavo por U$S 50 millones para cada rubro y las fresas obtendrán $ 35 millones. También se comprarán pollo, cerdo, pasas, ciruelas pasas, bagre, peras, tarta de cerezas, abadejo de Alaska, espárragos, batatas y jugo de naranja. Muchos grupos comerciales ya están aplaudiendo la financiación adicional, pero siguen pidiendo más ayuda en el futuro.

El Consejo Nacional de la Papa dijo en un comunicado que este es un paso positivo en un largo camino hacia la recuperación, pero la industria aún necesita más ayuda del Congreso y la administración.

«Dado el tamaño de la crisis que involucra las papas, esta compra es un anticipo parcial de las necesidades generales de ayuda de la industria y se necesitará más», dijo Britt Raybould, presidente de la APN. «A corto plazo, el anuncio es muy positivo, ya que proporciona claridad sobre los esfuerzos de ayuda inmediata y da a las granjas familiares la esperanza de más por venir».

Diferentes sectores de la industria han instado al departamento a comprar más alimentos durante las próximas semanas. El mes pasado, el Consejo Nacional de Productores de Carne de Cerdo solicitó más de U$S 1 mil millones en compras de carne de cerdo para liquidar los excedentes y en marzo, las compañías de mariscos de EEUU. enviaron una carta a Trump solicitándole que el gobierno compre al menos U$S 500 millones en excedentes.

Aunque esta compra excedente adicional podría ayudar a algunos agricultores y productores a mantenerse a flote y dejar de descartar alimentos en buen estado, es probable que las industrias continúen abogando por un mayor apoyo a medida que la pandemia se prolongue. 

Fuente: Bioeconomía