Massa, Cardoso y el sueño del pibe

Reaparecen versiones que insisten en afirmar que el ministro de Economía estaría analizando replicar en alguna medida el planteo ideado por el brasileño para estabilizar la economía de su país. Es razonable dudar del tema.

Massa está exultante. El dólar soja va drenando verdes billetes hacia las arcas del Central, el Fondo se apresta a desembolsar unos u$s 6000 millones y se logró el consenso de EE.UU. para poner en superficie las cuentas de los argentinos en este país que no estaban declaradas. Dentro del Plan Llegar, pueden ser varios meses de oxígeno.

En este contexto vuelven a escucharse -y leerse- versiones periodísticas que indican que el ministro estaría pensando en alguna movida similar a lo que fue el plan que desarrolló Fernando Henrique Cardoso en Brasil para estabilizar las cuentas del vecino país. Sabe que una mejora en la delicada situación que vive la Argentina lo puede poner entre los candidatos para 2023, y busca matar dos pájaros de un tiro

Sin embargo, el exitoso plan de Cardoso de los 90 puso el bisturí en aquellas cosas que Massa no puede o no quiere tocar, sea por la mirada inflexible de quien detenta el poder en el frente gobernante o por su propia necesidad de candidato en curso. La referencia es a ponerle limites a la emisión y bajar en serio el déficit, más un cambio de signo monetario (en aquella oportunidad se le quitaron 3 ceros a la moneda brasileña). ¿Cómo creer en una importante poda del gasto si ni siquiera se ha podido recortar la ayuda social cuando se verificó que hay una montaña de planes que están donde no deberían estar?

Pero además, el Plan Real avanzó en la apertura comercial del país (lo opuesto a la sustitución de importaciones y el "vivir con lo nuestro") y privatizaciones (en la vereda de enfrente del Estado presente, al menos como lo entiende el gobierno) para equilibrar las cuentas y reducir la inflación. Impuso asimismo restricciones para la indexación de contratos, mientras que la emisión monetaria quedó limitada al nivel de reservas internacionales. A diferencia de la convertibilidad, el plan de Cardoso evitó fijar el tipo de cambio por Ley. ?

Con este paquete el entonces ministro de Economía brasileño logró transitar del 43% mensual en el primer semestre de 1994 a 3% en el segundo semestre de ese año, y a un 1,7% en 1995. ? Y Fernando Henrique Cardoso terminó siendo presidente de Brasil. La expansión monetaria fue sensiblemente menor al incremento de las reservas, el Banco Central mantuvo las tasas de interés altas para evitar la salida de capitales y para contener la expansión monetaria. La economía se reactivó debido a un aumento del poder adquisitivo de los salarios, lo cual se sumó al crecimiento del crédito al consumo. Los capitales que arribaron al país adquirieron tal magnitud que permitieron financiar el creciente desequilibrio en cuenta corriente e incrementar las reservas.

Pensar que el gobierno puede ir por algo similar se asemeja a un largo paseo por la tierra de la fantasía, el famoso sueño del pibe. Uno trata de ponerle toda la voluntad del planeta, pero no hay manera de visualizarse en un escenario como este, ni siquiera en el mediano plazo. ¿O será que Massa está pensando en un esquema de este tipo para un posible periodo presidencial? Así y todo no hay manera de hacerse a la idea de observar todos estos cambios en un contexto que se ha dejado deteriorar hasta los límites y dónde el poder político parece estar en las antípodas de estas propuestas.

Antes bien es más probable que el Plan Llegar siga sumando peldaños. Ir por un pequeño recorte de la inflación, bajar un poco las tasas para que los intereses de las Leliqs y otros pasivos remunerados resulten algo menos asfixiantes, en tanto se le ponen fichas a las nuevas líneas de crédito para las pymes. Todo el resto hoy parece más que nada una construcción de marketing, o bien especulaciones de algún sector que pretende un cambio de fondo. Sería fantástico que estuviésemos equivocados.