Maíz Manejo

Que sus rindes no se esfumen

El carbón de la panoja puede terminar con la producción de aquellas plantas que son alcanzadas por sus esporas. Qué hacer para evitar que este hongo se lleve el trabajo de muchos meses.

Revista Chacra
16 de Marzo de 2024

Estuvo ausente durante mucho tiempo y está volviendo a preocupar en las últimas campañas. El carbón de la panoja del maíz es causado por 

La Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM) ha tratado este tema. Para el especialista Roberto de Rossi, una planta de maíz afectada por esta dolencia tiene pocas a nulas probabilidades de generar granos, y además esta enfermedad puede indirectamente desmerecer el valor de los granos por estar sujeta a restricciones de importación por algunos países.

Se trata de una dolencia muy agresiva, que recién se visualiza abruptamente durante la floración del cultivo, golpeando los rindes. Genera una sintomatología que implica cambios notorios en la panoja del maíz, aunque los mismos también pueden desarrollarse en la espiga.

Las teliosporas que le dan origen sobreviven hasta cinco años en el suelo, y conforman el inóculo que infectará a las plantas de maíz en estados fenológicos tempranos, las cuales terminan tornándose improductivas. El ciclo de la enfermedad inicia cuando las teliosporas presentes en espigas y panojas son diseminadas por el viento y la lluvia, para finalmente depositarse en el suelo. Luego, estas infectan al maíz durante la emergencia. El micelio penetra las raíces y crece con el meristema, terminando por invadir los tejidos florales cuando todavía no se han diferenciado.

Durante la floración, las inflorescencias de la panoja y espiga del maíz son reemplazadas total o parcialmente por cuerpos negros llenos de esporas (soros), lo que da el nombre a la enfermedad.

Las teliosporas pueden asimismo estar presentes en las semillas, diseminando e introduciendo la enfermedad en nuevas áreas. Las plantas infectadas pueden presentar filodia (transformación de órganos florales a vegetativos), multifloración y disminución de tamaño.

Prevención

Es importante conocer a la enfermedad, relevar hasta dónde se extiende actualmente la problemática y aplicar medidas de manejo que eviten su dispersión. Lo ideal sería contar con materiales resistentes o de mejor comportamiento frente a esta dolencia. Lamentablemente, esta no es una herramienta disponible por el momento. Respecto del perfil sanitario de híbridos disponibles, De Rossi advierte que se están realizando ensayos para evaluar el comportamiento de diferentes materiales en distintas fechas de siembra. "Partimos de la hipótesis de que todos los híbridos son susceptibles, ya que no han tenido procesos de selección específicos para este patógeno".

Debido a que el inóculo se encuentra en el suelo y se puede incrementar año tras año, las estrategias de manejo son principalmente preventivas y se enfocan en evitar la dispersión de la enfermedad y la infección durante el desarrollo de la plántula. Por cierto, conviene considerar la implementación de las siguientes prácticas:

x.-Monitoreo de los lotes, buscando síntomas característicos para diferenciar entre los dos carbones que padece el maíz.

x.-Localizar plantas afectadas, extraerlas evitando dispersar teliosporas y quemarlas para eliminar el inóculo.

x.-En lotes con presencia de la enfermedad, limpiar y desinfectar la cosechadora, tanto al ingreso como a la salida.

x.-Rotar cultivos, no sembrar maíz en lotes afectados al menos por dos a cinco años, para evitar nuevas infecciones.

x.-Aplicación de fertilizantes nitrogenados.

x.-Tratamiento de semilla con fungicidas eficientes para el control de S. reilianum. Se están evaluando ingredientes activos para incorporar a esta enfermedad a los registros ya establecidos.

x.-En caso de dudas, solicitar asesoramiento con especialistas.


Fuente: Aapresid/AAF


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