Editorial

El gobierno puede dañar al trigo mucho más que la sequía

Los rumores de una intervención en este castigado mercado derrumbaron los precios del cereal en el mercado de futuros local, mientras subía en Chicago. Todas las páginas especializadas del planeta dan por cierto que algo se está cocinando.

Claudio Gianni
14 de Octubre de 2022

Los rumores de una intervención en este castigado mercado derrumbaron los precios del cereal en el mercado de futuros local, mientras subía en Chicago. Todas las páginas especializadas del planeta dan por cierto que algo se está cocinando.

El trigo en la Argentina tiene pésimos antecedentes bajo gobiernos intervencionistas. Quien no recuerda aquellos años en que se pudría en los bolsones por la falta de competencia entre exportadores y molineros, para ir a precios exorbitantes tiempo después frente a los ojos del mismísimo Guillermo Moreno, mentor de aquellos desaguisados. Hoy el trigo parece estar ante otra instancia límite, también bajo un gobierno dirigista, y nuevamente su suerte corre riesgos concretos.

La Niña ha sido implacable con el cereal. Las Bolsas locales aguantan el dato entre 16 y 16.5 millones de toneladas pero especialistas extranjeros entienden que la producción nacional no iría mucho más allá de los 15 millones de toneladas, con 8.8 millones comprometidos en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) y un consumo interno de entre 7.6 millones y 8 millones de toneladas. Es cierto, hay existencias iniciales que considerar, pero el panorama es complicadísimo, sobre todo mirando la ausencia de lluvias en los pronósticos.

Los medios especializados extranjeros hablan de una reunión del gobierno con los exportadores debido a las preocupaciones de los molineros nacionales de que no habrá suficiente trigo disponible localmente. Agricultura habría declinado realizar comentarios, pero los exportadores confirmaron el encuentro. "Las autoridades quieren discutir qué se puede hacer para aliviar los compromisos con compradores internacionales, incluido retrasar los envíos de 8,8 millones de toneladas de trigo que ya están en un registro oficial (¿los exportadores dejarán de presionar por lo que les resta comprar, unos 3.5 millones de toneladas?). Otra opción sería evitar que se superen los 9 millones de toneladas en el registro hasta que se conozca por completo el alcance de las pérdidas de producción", citó una fuente que pidió reserva.

Agricultura formalmente habla de una reunión con integrantes de la cadena del trigo. "Quiero ser claro en algunos puntos para que no haya especulaciones de ningún tipo. Vamos a acompañar al sector sin cambiar las reglas de juego, asegurando la producción para exportaciones y para el consumo interno", manifestó el secretario. En esta frase parece estar la contradicción y el riesgo.

Lo cierto es que los valores en el mercado de futuros local perdieron ayer alrededor de u$s 20, mientras Kansas y Chicago trepaban entre u$s 3.5 y u$s 4.5 según la posición considerada. Todo indicaría que una parte de la demanda ya sabe que hay chances de cazar en el zoológico.

Mientras tanto, el panorama del cultivo es grave, porque a la interminable seca se sumaron heladas tardías de efecto todavía más destructivo. Sobre el centro de país las bajas temperaturas tomaron a los lotes en pleno período reproductivo y se prevén mermas adicionales a las inicialmente esperadas, afectando la estimación a nivel nacional. En el sur, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires explica que las reiteradas heladas y la falta de humedad demoran la recuperación del cultivo siendo el sudeste y el centro de Buenos Aires las áreas más perjudicadas.

En referencia a la zona núcleo, los últimos datos de la Bolsa de Comercio de Rosario indican que la situación del trigo es crítica: las pérdidas de área y rinde no tienen piso. Los techos esperados para este año son los mínimos que se calculaban el año pasado; llevarse del lote unos 1.800-2.000 kg/ha puede ser una bendición, y cada semana sin lluvias aleja la esperanza de encontrar una salida. Día tras día se continúan relevando nuevas pérdidas por abandono de lotes que se destinan a consumo o se barbechan para la campaña gruesa.

No hay región productiva del planeta que no haya tenido que soportar una campaña fatal. Le pasó a Canadá la temporada previa, con pérdidas del 40% del trigo esperado a raíz de la seca. El punto es que el problema se agrava con un Estado ineficiente, fuera de forma, obligado a jugar a la ruleta rusa para mantener la clientela que vota a favor del partido gobernante. En el caso del trigo, el Ejecutivo se arriesgó en la primera parte del año a tapar agujeros adelantando las DJVE y así cosechar impuestos sobre un volumen de cereal que ahora no se sabe si estará. Por cierto, lo recaudado en esa jugada que hoy compromete al mercado se esfumó en un abrir y cerrar de ojos, como seguramente sucederá con el saldo neto que dejó la movida en torno del dólar soja.

La pregunta del millón es qué determinación tomarán con el trigo. ¿Se restringe el consumo interno? ¿Se incumplen exportaciones? ¿Habrá que importar trigo? En condiciones normales esto lo resolvería el mercado, pero es difícil decir qué hará un gobierno acostumbrado al dirigismo. Uruguay produce, exporta e importa trigo, lo mismo Brasil. Sin dramas. Claro, las reservas de sus respectivos bancos centrales no se encuentran al borde del colapso. Y si de todos modos hubiera dólares la ideología imperante descartaría esta opción.

Mientras esto se resuelve, se sostiene con todo tipo de excusas la necesidad de incluir un artículo en el Presupuesto que devuelva al Ejecutivo la posibilidad de modificar derechos de exportación. Por uno y otro tema muchos productores se han declarado en estado de alerta. Lo bien que hacen.

Etiquetas:
Suscríbase para recibir notificaciones importantes
CHACRA desea enviar noticias de primerísima mano.
Para aceptar basta con hacer click en el botón "Permitir"