Editorial

Los chinos perdieron a su gran proveedor de carne vacuna. ¿Y entonces?

Con Brasil, líder de los oferentes fuera de este mercado en principio por un mes, ¿habrá nuevas oportunidades para la Argentina? Dependerá de cuánto se prolongue este escenario y de lo que estén dispuestos a pagar los asiáticos.

Claudio Gianni
27 de Febrero de 2023

Con Brasil, líder de los oferentes fuera de este mercado en principio por un mes, ¿habrá nuevas oportunidades para la Argentina? Dependerá de cuánto se prolongue este escenario y de lo que estén dispuestos a pagar los asiáticos.

Para ordenar la idea, China explotó como comprador excluyente de carne bovina a nivel global desde hace alrededor de una década. Básicamente se abastece en Brasil (40% del total), la Argentina (18%) y Uruguay (15%) como proveedores de peso. El gigante explica el 75-77% de las exportaciones de carne vacuna de nuestro país y es igualmente clave para los otros dos integrantes del Mercosur.

En este contexto, la novedad de que Brasil estaría fuera del mercado chino por unas cuatro semanas está generando repercusiones a ambos lados del Rio de la Plata, donde se vislumbran oportunidades comerciales. Brasil entró en problemas luego de que se detectara un caso de vaca loca en el estado norteño de Pará. Cabe recordar que China y Brasil firmaron un protocolo por el cual, ante casos como este, las ventas de carne deben detenerse al menos por cuatro semanas. Esto implica que el vecino país sale del codiciado mercado chino de manera transitoria.

Los frigoríficos brasileños habilitados para China dejaron de faenar, porque con el valor de la hacienda orientada a ese destino no pueden producir para otro mercado. Del otro lado del mostrador, para China es un asimismo un contratiempo, ya que virtualmente no hay país que pueda reemplazar la oferta brasileña. Sin embargo, analistas uruguayos advierten sobre la existencia de stocks en la nación asiática que amortiguarían el impacto y cuyo consumo se aceleraría. Indican asimismo que los pedidos de un precio más alto por la carne exportada desde Uruguay no han tenido hasta acá mayor suerte. Se vende, pero los valores no trasuntan desesperación alguna por parte del comprador.

No quita que vislumbren que en el momento más duro de la sequía, la misma que padece la Argentina, es importante la aparición de un puente de exportaciones adicionales a China, en especial para valorizar el poco ganado bien terminado que pueda salir antes de que vuelvan las lluvias. Entre nosotros la visión de los analistas indica que todo depende de lo que pague China en esta coyuntura, y como vimos los asiáticos por ahora no parecen dispuestos a meter la mano en el bolsillo más allá de lo habitual.

Quizás la ausencia de grandes números por el momento tenga que ver con el hecho de que Brasil no llevaría a cero sus exportaciones hacia el gigante de Oriente. Minerva y Marfrig dijeron en comunicados separados que utilizarían instalaciones en la Argentina y Uruguay para compensar el impacto de la prohibición de exportar desde territorio de su país, según el acuerdo bilateral antes mencionado.

No se sabe cuál sería el volumen involucrado en los posibles despachos desde el Rio de la Plata, pero los brasileños temen que los chinos traten de bajar el precio a esos envíos. Además, parece inevitable que la suspensión del comercio termine afectando los resultados del primer semestre de ambos gigantes de la cadena cárnica.

En su comunicado, Marfrig dijo que usaría seis plantas en Argentina y Uruguay para abastecer el mercado chino. Minerva explicó que emplearía cuatro plantas en los mismos dos países mientras la prohibición de Brasil se mantuviera vigente. JBS, con mayor diversificación geográfica, debería ser el menos afectado.

Los brasileños esperan que los chinos se vean forzados por la coyuntura. Aseguran que no hay quien pueda suplirlos en esta instancia en que el país está saliendo del Covid Cero e incrementa el consumo, de modo que sospechan que los propios asiáticos apurarán el retorno de la carne verdeamarilla.

A criterio de un especialista en mercados de Oriente, el cese de las exportaciones de carne brasileña a China conducirá a un aumento de las cotizaciones al contado de la oferta nacional en un corto período de tiempo. De hecho después de que se conoció la noticia, algunos comerciantes de carne china levantaron los precios. No debería perderse de vista incluso un potencial reemplazo por carne de cerdo o cordero, muy consumidas en la nación asiática.

Fuera de los tres grandes abastecedores Australia espera su chance, en un momento en que está recomponiendo relaciones con China. De todos modos se cree que sus posibilidades son limitadas dadas las diferencias en el consumo. La carne australiana se usa principalmente en catering de nivel medio a alto, un destino distinto del que recorre la carne sudamericana.

Es probable que sea demasiado temprano para especular sobre las consecuencias que esta situación podría tener sobre el precio de la carne a nivel internacional. Claramente dependerá de cuanto dure la suspensión de las exportaciones del líder del mercado global.

Están pendientes las pruebas para determinar si se trata de un caso atípico de vaca loca o un caso clásico, lo que podría desencadenar prohibiciones comerciales más amplias. Si la suspensión de las ventas brasileñas es de relativo corto plazo, el impacto potencial en los precios sería controlable. Pero los memoriosos recuerdan que en el último caso de EBB confirmado en Brasil, en 2021, las exportaciones se suspendieron por más de 100 días, y esa es otra historia y otro precio. Habrá que esperar.

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