La calle no admite subas

Con un ingreso pobre de apenas 6.454 vacunos y una oferta de poca calidad, concluyeron los negocios del martes en el Mercado de Liniers. La demanda trabajó con selectividad -como en las últimas ruedas- y pagó precios establecidos la semana pasada. El novillo se pagó hasta en $30, novillitos en $31 y terneros en $32.

Aunque la oferta de hacienda por estas horas es pobre y muchos caminos siguen intransitables, la demanda no puede convalidar aumentos porque la calle no admite subas. Esta actitud generó subastas trabajosas, que sólo se agilizaron cuando aparecieron algunos conjuntos especiales de feedlot.